En Juan Jorba es difícil encontrar profesionales y medicamentos. Además, crecen las críticas por la atención en el “Carrillo”.
La salud pública en San Luis padece una crisis interminable, resultado del olvido del sector o de un plan de destrucción deliberado de parte del Ejecutivo puntano. El escenario es tan caótico como lamentable. A los reclamos insatisfechos por mejoras salariales que genera la salida de profesionales se une una falta de insumos cada vez más notoria y las deficiencias en la atención que provoca esta coyuntura. La agresión al sistema es tan notoria que incluso ya han empezado a renunciar los directores de los hospitales, como ocurrió hace pocos días en La Toma.
Vecinos de Juan Jorba indicaron que el CAPS de esa localidad sufre por la falta de profesionales y remedios, lo que implica en un tratamiento deficiente para los pacientes que deben acudir a este centro. Pero lo que ocurre en la localidad del Departamento Pedernera se replica en varios centros sanitarios del interior, en donde la escasez es el denominador común.
Las críticas por la atención en el Hospital Central “Ramón Carrillo”, son cada vez más comunes entre pacientes y familiares. “Estuve tres horas esperando para que me atiendan y cuando entrás te atiende un chico que no entiende nada, unos practicantes que no te sabía que decir”, aseguró José Luis Valdez en las redes sociales.
El viernes se confirmó la renuncia de María Celeste Fernández, directora del Hospital de La Toma. La gota que rebalsó el vaso fue un polémico rescuentro retroactivo avalado por la ministra de Salud, Teresa Nigra. Sin embargo, el centro, como en el resto de la provincia, ya sufría por la falta de coordinación y de insumos.
El malestar es muy grande por este descuento y es probable que la decisión de Fernández sea imitada por otros encargados de centros sanitaros en los próximos días.
DIARIO DE LA REPUBLICA SL



and then