Juana García, docente jubilada con 45 años de aportes a DOSEP, vive en Córdoba y desde marzo está sin cobertura médica, sin respuestas ni reintegros por parte de la obra social.
Juana Ana Lydia García es docente jubilada, con más de 40 años de aportes a Dosep (Dirección de Obra Social del Estado Provincial). Desde hace casi un año vive en Córdoba capital, donde se trasladó buscando atención médica especializada y por cercanía con su familia. Sin embargo, desde marzo de este año, se encuentra sin cobertura médica y sin respuestas concretas por parte de Dosep.
“A mí no me avisaron nada, me enteré cuando fui al Hospital Ferreira por una bronquitis y me dijeron que ya no tenía más cobertura de Apross”, cuenta Juana. En su momento, la obra social estatal de San Luis tenía convenio con la obra social cordobesa Apross, lo que le permitía atenderse en esa provincia. “Me dijeron que tenía que pagar la consulta, la medicación… todo de mi bolsillo”.
Después de insistir, desde Dosep le comunicaron de manera informal que se había firmado un nuevo convenio con la prepaga SanCor Salud, pero hasta hoy no le confirmaron su alta ni le dieron credenciales. “Fui cinco veces a las oficinas de SanCor y me dicen que no tienen nada mío. Mientras tanto, Dosep me sigue descontando casi 100 mil pesos todos los meses”, denuncia.
Su situación se agrava porque, además de ser jubilada, tiene condiciones preexistentes como celiaquía, por las que tampoco ha recibido reintegros. “En Córdoba nunca me reconocieron ni un peso de reintegro”, explica. También intentó acceder a una prepaga por su cuenta, pero fue rechazada por su edad: “Muchas prepagas no aceptan a mayores de 59 o 60 años. Ni siquiera pagando puedo acceder”.
Cansada de no tener respuestas, Juana decidió escribirle directamente al gobernador de San Luis. “Me dijeron que habían pasado el expediente a Dosep, pero desde la obra social nadie me contactó. No tengo cobertura, no tengo reintegros, no tengo respuestas. No sé a qué medio recurrir ya”.
DIARIIO DE LA REPUBLICA SL