La directora de Analogías, Marina Acosta, habló con Es Nota tras el último estudio de opinión pública que realizó la consultora sobre la imagen presidencial y el rumbo del gobierno.
¿Cómo ven desde Analogías la evolución de la imagen de (Javier) Milei?
Bueno, con la imagen puntualmente lo que ha sucedido es que ha caído cuatro puntos respecto del mes anterior, entonces vemos que el presidente tiene más imagen negativa que positiva, 50 de negativa y 44 de positiva. Es decir, hay casi 6 puntos de diferencial negativo.
Hay dos cosas, con una pequeña aclaración: ha caído la imagen del presidente y también la aprobación de la gestión. Dos cosas en paralelo, porque la aprobación tiene que ver en general con las políticas que lleva adelante el gobierno y la imagen tiene que ver con los atributos personales o distintivos. Cuando tenemos que explicar por qué han caído tanto la evaluación sobre el gobierno y la imagen del presidente lo atribuimos a dos cuestiones. En primer lugar, porque la gente ve que el programa económico no mejora las condiciones de vida. Y en segundo lugar porque hay mucha crítica al estilo comunicacional del presidente. Me parece que esas son dos cosas que han esmerilado muy fuerte para que hoy veamos estas evaluaciones negativas.

Hablando de economía puntualmente, ¿qué señala el estudio que hicieron en cuanto a la comparación económica con el año pasado?
Casi un 50% de la muestra nos dijo que su situación económica es peor comparada con un año atrás. Nosotros hacemos un bloque de tres preguntas relacionadas con las expectativas económicas. Una es esa, cómo considera que está su situación económica respecto del año pasado. Y otras dos preguntas conexas: les pedimos a los encuestados que nos digan cómo cree que va a estar la situación económica en los próximos dos años y cómo cree que va a estar su propia situación económica, y cuando preguntamos a nivel general la muestra se divide casi en mitades iguales, es decir una mitad te dice que cree que va a estar mejor y la otra mitad, que va a estar peor. Y cuando preguntamos a nivel personal, claramente se imponen las visiones o las percepciones negativas respecto de cómo va a ser la propia situación.
¿Está la sensación de que hay un sacrificio económico que no está siendo útil? ¿Qué percepción tiene la gente respecto a eso?
Mirá, es una pregunta que nosotros venimos haciendo desde inicios de la gestión de Milei. Al principio las respuestas eran que este sacrificio servía para resolver los problemas, pero conforme fue pasando el tiempo y el brutal programa de ajuste no redundaba en beneficios para la población, las respuestas empezaron a invertirse y hoy más del 50% nos dice que no vale la pena este sacrificio, porque los beneficios no aparecen. Es un dato muy importante porque tiene un diferencial de casi 16 puntos respecto de aquellos que nos dicen que sí vale la pena.
Tomando en cuenta el relato del presidente de que el esfuerzo es para hacer reformas estructurales, ¿hay algún dato acerca de eso? ¿Se cree realmente que se están haciendo reformas?
No hemos preguntado puntualmente por eso, pero yo te diría que en general lo que estamos viendo es desilusión por parte de un sector de la ciudadanía que acompañó a Milei en la campaña de 2023. Y después te diría malas calificaciones, no solo de la gestión de la política económica sino también de la gestión en otras áreas, como la educación, la salud y la seguridad. Ahí también el gobierno está bastante mal calificado.

También el estudio habla sobre cierto perfil del votante en el escenario electoral. ¿Qué datos tenés ahí con respecto a los indecisos?
Nosotros no preguntamos esta vez por la intención de voto, pero preguntamos por algo importante, que es el problema de la desafección política, que es un fenómeno que se viene registrando en algunos distritos que ya tuvieron sus elecciones. Tenemos casi un 17% de la muestra que nos dice que no va a ir a votar. Es un porcentaje alto, y cuando ponemos la lupa en quiénes son los que no van a ir a votar vemos que se trata en su mayoría de mujeres humildes y de mayor edad, un sector que a priori podríamos decir que afecta a los votos del peronismo. Pero si seguimos mirando, ese 17% está compuesto en su mayoría por oficialistas, que son estos desencantados de las políticas de Milei, y después sí en segundo término aparece el peronismo. Así que, contra lo que dicen algunos análisis de que el más perjudicado de la desafección política sería el , yo diría que afecta casi por igual a estos dos espacios políticos.
¿Qué imaginan ustedes para la provincia de Buenos Aires?
Hicimos una encuesta a inicios de julio, cuando todavía no estaban definidas las candidaturas. Estamos viendo un escenario de polarización entre el peronismo y La Libertad Avanza con escaso margen para las terceras fuerzas. Un escenario de mucha polarización con un final abierto.
¿El estudio muestra la creciente preocupación por la conflictividad social? ¿Cuánto creés que pesa esto en la imagen del gobierno?
Desde hace bastante tiempo la gente nos viene diciendo, en porcentajes cercanos al 60%, que ve que crece la conflictividad social y que hay mucha preocupación por el desempleo y la pobreza. También venimos preguntando si la gente ve bien los reclamos que se vienen haciendo de los jubilados, los médicos y los docentes universitarios, y los porcentajes están siempre entre el 60% y el 70% de quienes creen que esos reclamos son justos.
Marina, hablabas al comienzo sobre la comunicación presidencial. Un 66% considera violenta la forma de comunicar del presidente, aunque un 53% cree que es genuina. ¿Cómo se interpreta esta ambivalencia en la opinión pública?
Ahí la lectura es la siguiente: hay tres preguntas relacionadas con la comunicación presidencial y más del 70% de la muestra, es decir, 7 de cada 10 argentinos, reprueba las formas del presidente, y un 66% además dice que esas formas son violentas. Y más del 50% de la muestra cree que Milei no actúa, que Milei es así, que es genuina su comunicación.
Y en cuanto al rechazo a las formas del presidente, ¿impacta de alguna forma en la evaluación de su gestión, o la gente separa la forma del fondo?
La verdad es que donde más impacta es en la imagen del presidente, pero también es cierto que en aquellas capas, digamos, antiperonistas, que constituyen la base o una parte de la base de apoyo del presidente, no acuerdan con su estilo comunicacional. Es decir, esos segmentos blandos de apoyo del gobierno son los que, aun cuando acompañan sus políticas , no acompañan estos atributos comunicacionales negativos.

Por último, ¿qué valoración hay sobre YPF? ¿Qué sucede ahí?
De YPF preguntamos tres cuestiones. Primero, el conocimiento que tiene la ciudadanía sobre la petrolera. Casi el 80% de la muestra conoce a YPF, es decir, un alto nivel de conocimiento. Más del 70% de la muestra tiene una imagen positiva de YPF, contrariamente a lo que dice el discurso oficial, que en general va contra las empresas estatales. Nota al pie de página sobre esto: cada vez que hemos preguntado, la ciudadanía tiene muy buena imagen de las empresas estatales. Y en tercer lugar, a partir del juicio que se está llevando adelante en Estados Unidos, preguntamos si creen que el gobierno va a defender o no a YPF, y ahí la muestra se divide también casi en mitades iguales: algunos creen que el gobierno la va a defender y otros creen que no.
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