Ecuador volvió a ser escenario de un violento estallido social, en el marco del paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie). Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad dejaron un saldo de un muerto, al menos una decena de heridos y 17 militares retenidos en distintas zonas del país, mientras sigue vigente el estado de excepción en ocho provincias.
La víctima fatal fue identificada como Efraín Fuerez, un comunero indígena de 46 años, quien falleció en un hospital de Cotacachi, provincia de Imbabura, a poco más de 100 kilómetros de Quito. La Conaie denunció que Fuerez recibió tres disparos de las Fuerzas Armadas y difundió imágenes de militares golpeando a dos hombres en el suelo. En paralelo, el Ejército de Ecuador emitió un comunicado en el que negó que la protesta haya sido pacífica y denunció una emboscada contra un convoy de alimentos, que dejó 12 uniformados heridos y otros 17 secuestrados.
La respuesta oficial incluyó la declaración del estado de excepción en ocho provincias por parte del presidente Daniel Noboa, con toque de queda nocturno en cinco de ellas. El mandatario atribuyó parte de la violencia a la acción de la organización criminal venezolana Tren de Aragua y anticipó que los participantes que cometan delitos graves serán acusados de terrorismo, lo que puede implicar penas de hasta treinta años de cárcel.
Del lado de la Conaie, las acusaciones son contundentes: aseguran que policías y militares dispararon con munición real y dinamita, además de utilizar armamento letal contra las comunidades indígenas. También denunciaron cortes en internet y telefonía celular, a los que calificaron como intentos de silenciar las denuncias. En ese sentido, reclamaron la intervención de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denunciando una “cacería sangrienta contra el pueblo”.
El expresidente Rafael Correa se sumó a las críticas a través de redes sociales, donde compartió un video de la represión y acusó directamente a Noboa de “cobarde asesino”.
La Alianza por los Derechos Humanos de Ecuador reportó hasta ahora 48 heridos y 100 detenidos desde el inicio de las movilizaciones y alertó sobre el riesgo de violaciones graves a los derechos humanos. Mientras tanto, la Fiscalía General confirmó la apertura de una investigación para esclarecer la muerte de Fuerez.
El trasfondo de esta nueva crisis se vincula con el aumento de los precios de los combustibles, un tema históricamente conflictivo en . Ya en 2019, bajo el gobierno de Lenín Moreno, la eliminación de subsidios al combustible desencadenó protestas que se extendieron más de diez días y dejaron once muertos. En 2022, con en el poder, una situación similar derivó en seis fallecidos y más de seiscientos heridos.
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