El candidato a diputado nacional por el Partido Federal en la Ciudad de Buenos Aires Daniel Lipovetzky habló con Es Nota sobre su alejamiento del PRO, la alianza de Javier Milei con Mauricio Macri y la tensa relación del gobierno con el Congreso.
¿Por qué volvés a la política? ¿Por qué un nuevo partido? ¿Por qué no el PRO?
Nunca me fui de la política, porque la política es mi pasión desde muy chiquito. Hago política desde los 14 años. Fui fundador del centro de estudiantes de mi colegio en La Plata, el Colegio Nacional, que es como el Nacional Buenos Aires pero platense. Y lo fundamos en la época de la dictadura, escondidos. Después fui el primer presidente. Milité siempre, me encanta, más allá de que soy abogado y que ahora que estoy sin un cargo público ejerzo la profesión. Creo que la política es el instrumento para poder mejorar la vida de la gente, independientemente de que te salga bien o mal. Así que mi candidatura tiene que ver con la preocupación que me genera este gobierno. Yo soy crítico de este gobierno y soy coherente con mi posición desde el arranque. Mi alejamiento del comienza con el vergonzoso pacto de Acassuso. Yo ahí planteé que no iba a estar con un espacio político, con un candidato a presidente en ese momento, que tenía el mismo discurso que Massera. Veníamos del debate de la primera vuelta, donde Milei dijo que los crímenes cometidos por la última dictadura cívico-militar habían sido excesos, lo mismo que Massera, y por lo tanto me empecé a alejar porque además no coincidía en nada con las propuestas de Milei, sobre todo con las económicas. Lo conozco muy bien a Javier, he debatido muchísimas veces con él, me he peleado, algunas cosas se han viralizado en las redes en su momento, y además no coincido en su manera de funcionar personalmente. Javier Milei es un sorete, esa es una realidad, un perverso que no tiene amigos, que no conoce las relaciones personales, por eso nunca ha podido construir ni amistades ni vínculos familiares, más allá de su familia de origen, que es de sangre. Y por lo tanto, cuando vos no tenés ese tipo de vínculo, nunca te podés poner en el lugar del otro, porque la amistad implica, por ejemplo, cuando un amigo está mal, escucharlo y ponerse en el lugar del otro para tratar de ayudarlo. Como él no conoce eso, claramente nunca se pone en el lugar de la gente, y eso hace que, por ejemplo, vete la ley de emergencia de discapacidad, y luego cuando el Congreso insiste con el veto dice que no la va a cumplir, mientras tanto hay cientos de familias con chicos o con personas con discapacidad que necesitan la ayuda del Estado para poder hacer los tratamientos, y que este tipo, este hijo de su madre, porque la verdad es un HDP, diga que no hay plata pero mientras tanto gasta guita en querer imprimir las boletas de vuelta de La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires porque puso como candidato a un narcodiputado. Entonces, mis diferencias son personales, políticas e ideológicas. Sabía que este gobierno iba a ser un desastre, pero nunca pensé que iba a llegar a tanto.
¿Cuál es tu opinión de la relación de Milei con Estados Unidos?
La verdad es que la entrega a Estados Unidos es gravísima. Que una potencia extranjera intervenga en el mercado de cambio de la Argentina por primera vez en la historia de nuestro país, y por primera vez en la historia de Sudamérica… Para que eso pase vos tenés que tener la autorización del país al que estás interviniendo, claramente Milei permitió eso y es un precedente gravísimo porque en definitiva le estás entregando el control de tu economía a una potencia extranjera, que tiene sus propios intereses estratégicos, porque por supuesto Estados Unidos lo primero que hace es defender a su propio país, no va a pensar en la Argentina. Está claro que Estados Unidos tiene intereses que tienen que ver quedarse con las tierras raras y las no raras, con los glaciares, con el agua, con los derechos sobre la Antártida, lo que tiene que ver con las Malvinas, para entregárselas a sus socios históricos, que son los británicos. Y eso concluye con la reunión con Trump, que puso como condición de ayuda la parte electoral. ¿Y por qué lo hace? ¿Por qué pone la condición de ayuda electoral? Porque en definitiva los mercados funcionan de esa manera. Trump defiende a los mercados porque defiende a quienes son los grandes ganadores del modelo de Milei. El modelo económico de Milei no tiene casi ganadores, porque han perdido las pymes, la gente, los trabajadores, los jubilados, los discapacitados y las industrias. Los únicos grandes ganadores son los grandes capitales especuladores de la ruleta, de la timba financiera de Toto Caputo y de Milei. Son los que se la han llevado en pala con el carry trade, y que ahora, por supuesto, necesitan que el dólar siga estando dentro de la banda para poder seguir llevándola. Por eso vos ves que desesperadamente, cuando el dólar se les iba de la banda, buscaron lo que sea, incluso entregar todo a Estados Unidos para mantener el dólar. Eso, por supuesto, a costa de todos los argentinos. Por eso una de mis propuestas de campaña es, si soy diputado nacional, aplicarle el 1% de un impuesto a los grandes capitales especulativos del carry trade, y ese 1% destinarlo a dos fines específicos. Uno, a que los trabajadores paguen menos el transporte público cuando viajan a su laburo, y si es posible, que no paguen. Y segundo, bajar las cargas sociales a las pymes para que realmente se pueda empezar a generar empleo. Se han perdido entre 300.000 y 500.000 puestos de trabajo desde que Milei asumió y hoy las pymes no venden un carajo porque no hay un mango. Acaban de anunciar que la actividad cayó 16% en el último mes y por lo tanto no se va a tomar a ningún empleado. Necesitamos bajar las cargas sociales para que puedan tomarlos, porque además las pymes son las que dan empleo en la Argentina. Más del 66% del empleo hoy registrado en la Argentina es de un empleador pyme, y por lo tanto si no las ayudamos, cada vez va a haber menos laburo para la gente.
Daniel, ¿qué Congreso imaginás a partir de diciembre? Teniendo en cuenta que Milei se pelea con todos y que está la posibilidad de que Mauricio Macri definitivamente cruce la línea e integre algún sector del gobierno.
Mirá, realmente lamento mucho en lo que se ha convertido el PRO. Una especie de socio no querido, una rendición incondicional. Vos pensá que hay algo muy gráfico que pasa acá en la Ciudad de Buenos Aires. El PRO gobierna la Ciudad de Buenos Aires y en esta elección el PRO no tiene candidatos propios en la Ciudad. Cuando la gente vaya el 26 de octubre a votar y pida la boleta y vea los candidatos no va a encontrar el nombre del PRO. Eso significa una rendición incondicional del PRO. Yo soy fundador de ese espacio, estuve desde 2003, y por ejemplo Santilli en su momento me hablaba de la movilidad social ascendente y ahora está como candidato de un gobierno que hace la movilidad social descendente, porque la gente la está pasando muy mal y no llega a fin de mes. Por lo tanto, eso demuestra que no tenían valores, que los valores eran solamente discursivos. Lo mismo con el tema de la libertad de expresión: hemos visto a alguna diputada, que tiene una fundación, que se rasgaba las vestiduras con la libertad de expresión y la ley de medios, pero cuando este gobierno llama a odiar a los periodistas se calla la boca. Por lo tanto, lo que veo es que esos dirigentes no tienen ideas ni valores, sino que les interesa estar cerca del poder o tener un carguito. Me parece que en esta elección ha quedado clara esa posición.
¿Hacés alguna salvedad? Pienso en Larreta, en María Eugenia Vidal…
Sí. Estoy hablando de los que son candidatos y los que de alguna manera han sido lamebotas de Milei. Lo diferencio sobre todo a Horacio, ¿no? Porque Horacio tuvo una posición coherente en eso, no apoyó a Milei. Es más, ha sido candidato en la elección de mayo por mi mismo partido, el Partido Federal,, y ha dicho que quiere ser jefe de Gobierno, así que en ese marco se lo rescato. María Eugenia ha tenido posiciones más confusas, porque en definitiva a muchos de los proyectos que el gobierno impulsó, que generaron mucho daño, los ha acompañado, incluso se ha abstenido en la última votación respecto a la ley de financiamiento universitario, entonces ha tenido posiciones no tan claras. Me parece que está bueno que la gente lo valore al momento de votar. Tiene que acompañar a quienes hemos sido coherentes en esto. Porque ahora, con un gobierno en decadencia como este, seguramente van a aparecer muchas voces críticas, pero esas voces antes lo apoyaron. Incluso vemos varios candidatos, no solamente del PRO sino de otras listas en la Ciudad de Buenos Aires, que le han votado muchas leyes al gobierno, como la ley Bases, que les ha quitado derechos a los trabajadores con el falso argumento de que iba a aumentar el empleo. Milei acaba de anunciar en San Nicolás que impulsarán la ley de reforma laboral, diciendo que con eso va a crecer el empleo. No se equivoquen: el empleo en Argentina crece si cuidamos nuestro mercado interno, si administramos las importaciones y no se las abrimos para que entren a destruir a nuestras pymes, si hablamos de producción, si hablamos de industria, todas palabras que para este gobierno son malas palabras. Por lo tanto, no es que quitándole derechos a los trabajadores vamos a generar que se aumente el empleo, no compremos ese discurso. Si yo soy diputado nacional, está mi compromiso de que me voy a oponer a cualquier tipo de legislación que implique flexibilización de los derechos de los trabajadores, como también quita de los derechos de los jubilados, que es la otra reforma previsional que Milei acaba de anunciar.
Hablabas de la Ciudad de Buenos Aires. En la Legislatura porteña se está tratando el Presupuesto y a Jorge Macri se le está haciendo difícil aprobarlo. ¿Cómo ves el tema de la gobernabilidad ahí?
Bueno, es que en definitiva Jorge Macri cometió un error parecido al de Milei. Tanto la Constitución de la Ciudad como la Constitución nacional establecen que la representación es proporcional, y por lo tanto el mandato es que vos no vas a tener la mayoría, tenés que construir los consensos. En general en la Legislatura porteña nunca hubo un espacio, salvo en un pequeño periodo en la época de Horacio, que tuviera los 31 votos necesarios para no necesitar el apoyo de otros. Y está muy bien que así sea, porque en definitiva es un cuerpo plural donde vos tenés que trabajar los consensos. Y para trabajar los consensos tenés que ser abierto al diálogo, entender la lógica de funcionamiento del Poder Legislativo. Lo estoy diciendo porque yo fui legislador porteño, además de ser diputado nacional, así que conozco muy bien eso. Bueno, Jorge no lo hizo y hoy no logra construir los consensos porque maltrató a la oposición durante todo este tiempo, siguiendo un poco la línea de Milei, quizá con otro estilo, pero en definitiva los dos se vieron tentados por esa ola que vino de maltratar a todo el mundo, cosa que antes no pasaba en la política argentina. Y bueno, ahora lo está pagando, todavía tiene tiempo de poder cambiar algunas cosas, más allá de que por supuesto la gestión hasta hoy no ha sido buena. No lo estoy diciendo yo, lo dicen los porteños, que hicieron que saliera tercero en la última elección.
El Congreso al que aspirás entrar parece hoy más un lugar de peleas que de consensos. ¿Cómo ves esto de que los funcionarios no asistan al Congreso? ¿Creés que el Poder Legislativo pierde institucionalidad con esto?
Sí, la viene perdiendo constantemente. Desde el momento que permitió que Milei diera su discurso inaugural de espaldas, tratándolos de ratas a los legisladores, de alguna manera incumpliendo las leyes que el Congreso votó. Más allá de que ahora se ve un Congreso un poco más firme, durante todo el año pasado y parte de este muchos terminaron acompañando un montón de cosas con el falso argumento de que había que apoyar la gobernabilidad. Yo estoy convencido de que en el Congreso se pueden hacer un montón de cosas, aunque no tengas la mayoría. Yo lo demostré cuando trabajé la , una ley de alquileres que nunca se había tratado durante todo ese tiempo, a pesar de que hoy en la Ciudad de Buenos Aires tenemos un 38% de inquilinos. ¿Por qué creés que nunca se trató una ley de alquileres en el Congreso? ¿No había necesidad de regular algunas cuestiones, como por ejemplo quién paga una expensa extraordinaria, o cuántos meses de depósito se tienen que pedir cuando ingresás a una vivienda? Porque la mayoría de los diputados son locadores, entonces nunca les interesó. Bueno, yo me comprometí con el tema e impulsé la ley de alquileres, que por supuesto vino a resolver un montón de cosas y otras no funcionaron por la economía, pero si soy diputado voy a impulsar una ley de alquileres 2.0, para que de alguna manera vuelvan las cosas que la ley planteaba y que Milei derogó con un DNU. ¿Vos sabías que hoy, aunque vos tengas como inquilino un contrato firmado por dos años, si viene tu locador y te quiere echar y dejarte en una patada en la calle a los tres meses de vigente del contrato, lo puede hacer sin pagarte nada? Entonces, es falso que Milei no reguló alquileres. Reguló, pero a favor del locador. Yo siempre voy a estar a favor del inquilino y voy a trabajar para eso.
Por último, teniendo en cuenta la Boleta única de papel, ¿en qué posición aparece el Partido Federal?
Bueno, cuando la gente llegue a la mesa de votación se le va a entregar una boleta rectangular, que en la Ciudad de Buenos Aires tiene dos hileras de candidatos. En la hilera superior del rectángulo van a estar los candidatos a senadores. Y en la parte de abajo, los candidatos a diputados. Tiene un orden preestablecido por sorteo. El Partido Federal, por el que soy primer candidato a diputado, está en el orden séptimo. Es decir, empezando de la izquierda hacia la derecha, más o menos en el centro de la boleta. Ahí está mi nombre como candidato. Y la gente que entre al cuarto oscuro con una lapicera tiene que marcar dos cruces, no una. Una para el candidato a senador que quiera, que puede ser de cualquier partido, y otra para el candidato a diputado. Si marca a un candidato a diputado y no marca una cruz a senador, está votando en blanco senadores.
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