El senador Rodrigo Paz se impuso este domingo en el y se convirtió en el nuevo presidente de Bolivia, poniendo fin a dos décadas de gobiernos de corte izquierdista iniciados por Evo Morales en 2006. Según los datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con más del 97% de las actas escrutadas, Paz obtuvo el 54,5% de los votos frente al 44,5% alcanzado por el exmandatario Jorge “Tuto” Quiroga.
Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), Rodrigo Paz asumirá el 8 de noviembre y será el tercer miembro de su familia en llegar a la jefatura del Estado, después de su padre y su tío abuelo . Su triunfo marca un cambio de rumbo en la política boliviana, luego de un largo ciclo de gobiernos de izquierda que nacionalizaron recursos naturales, tensaron las relaciones con Estados Unidos y reforzaron lazos con China, Rusia, Irán y la izquierda latinoamericana.
El presidente en funciones del TSE, Óscar Hassenteufel, informó que el proceso electoral transcurrió “sin incidentes mayores” y destacó la alta participación, estimada entre el 85% y el 89%. Según indicó, los resultados actuales reflejan “una tendencia irreversible”.

Paz y Quiroga habían sido los más votados en las elecciones generales de agosto, en las que también se renovó el Parlamento, aunque ninguno alcanzó el porcentaje necesario para imponerse en primera vuelta. Lo curioso es que el ahora presidente electo no figuraba entre los favoritos: las encuestas previas lo ubicaban entre el tercer y el quinto puesto.
Con un discurso liberal y un plan económico bautizado “capitalismo para todos”, Paz propone recortar el gasto público, formalizar la economía y reformar la Constitución para atraer inversiones privadas. En la fórmula lo acompaña Edmand Lara, un ex policía e influencer que en más de una ocasión le robó protagonismo en la campaña.
El ocaso del ciclo de Evo
Fuera de la contienda electoral, Evo Morales sigue siendo una figura central en la política boliviana. El exmandatario no pudo presentarse tras un fallo judicial que limitó las reelecciones, y actualmente permanece en el Trópico de Cochabamba, protegido por su guardia indígena, mientras enfrenta una orden de detención por un caso de trata que él niega.

Desde allí, Morales impulsó una campaña por el voto nulo durante la primera vuelta, que alcanzó un récord histórico del 19,2%. El líder cocalero calificó a los dos finalistas como representantes de “un puñado de personas” y advirtió que seguirá “dando batalla en las calles” ante el regreso de la derecha al poder.
Un nuevo mapa político
El ascenso de Paz se explica, según analistas locales, por su acercamiento a sectores populares del interior y zonas periurbanas donde antes dominaba el MAS. Desde su banca en el Senado, recorrió municipios de todo el país y se mostró activo en fiestas patronales, ferias y actos sindicales, lo que le permitió consolidar un apoyo territorial que sorprendió a la clase política tradicional.

Con su llegada al poder, Bolivia abre una nueva etapa política tras veinte años de hegemonía del movimiento liderado por Evo Morales. Rodrigo Paz, de 48 años, deberá ahora demostrar si su apuesta liberal logra estabilidad en un país acostumbrado a los giros bruscos y las tensiones sociales.
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