Es uno de los resultados más ajustados de la historia provincial. Las fuerzas se repartieron las bancas en juego.
Tras concluir el escrutinio definitivo en la provincia de La Rioja, se confirmó que el oficialismo peronista del gobernador Ricardo Quintela se impuso por una diferencia mínima, en uno de los resultados más ajustados de la historia provincial. A pesar de la victoria, las fuerzas se repartieron las bancas en juego.
El resultado final de las elecciones legislativas del pasado domingo arrojó que la lista del gobernador Ricardo Quintela (movimiento “Federales”) superó a La Libertad Avanza (LLA) por una escasísima ventaja de solo 782 votos.
En términos de representación en el Congreso, la elección puso en juego dos bancas de diputados nacionales: una fue para Federales (Gabriela Pedrali) y la otra quedó para La Libertad Avanza (Gino Visconti).

El interés nacional por esta elección, que representa una porción muy pequeña del padrón total (solo el 0,86%), se debe a dos factores principales: la dura confrontación entre el gobernador Quintela y el presidente Javier Milei, y la proyección del titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien fue candidato a gobernador de LLA en 2023 y ya suena para repetir en 2027.
Un dato clave es que la fuerza de Milei se impuso en la ciudad capital, el distrito con mayor concentración de votantes, y ganó en casi todas las zonas, con excepción de una.
Este ajustado triunfo peronista se da en un contexto de alta tensión financiera para La Rioja. A nueve meses de haber sido reelecto, Quintela logró la autorización legislativa para emitir cuasimoneda, fundamentando la medida en la “crisis” que le provoca la deuda de coparticipación con la Nación.
La provincia, que es altamente dependiente de las transferencias federales, se encuentra en default y sufrió el corte directo de los giros discrecionales por parte del gobierno libertario, lo que complicó aún más su situación económica.
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