El papa Francisco está internado en el Hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero: cómo sigue su estado de salud.
El papa Francisco sigue internado en el Hospital Gemelli de Roma, y aunque su estado sigue siendo “complejo”, el Vaticano informó que se encuentra estable y respondiendo bien a los tratamientos. A tres semanas de su hospitalización, el sumo pontífice descansó bien durante la noche del martes y se despertó pasadas las 8 de la mañana, según el último parte médico.
Un cuadro delicado para el papa Francisco
Desde 2021, el máximo referente de la Iglesia ya fue internado cuatro veces, pero esta es la hospitalización más larga que atravesó en su papado. Si bien en los últimos días hubo rumores sobre su estado de salud, el informe oficial indicó que no presentó nuevos episodios de insuficiencia respiratoria ni broncoespasmos.
El parte médico también destacó que el papa Francisco se mantiene consciente, colabora con los tratamientos y no tiene fiebre, lo que llevó algo de tranquilidad después de días de incertidumbre sobre su evolución. Sin embargo, los médicos aclararon que el pronóstico sigue siendo reservado, es decir, no hay certezas sobre cuándo podría recibir el alta.
Los tratamientos y las últimas complicaciones
El lunes 3 de marzo, el papa Francisco tuvo que ser sometido a dos broncoscopias, un procedimiento que le permitió a los médicos extraer secreciones acumuladas en sus pulmones tras dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda.
Un día más tarde, los médicos decidieron iniciar un tratamiento con oxigenoterapia de alto flujo y fisioterapia respiratoria para mejorar su función pulmonar. Durante la noche, le aplicaron ventilación mecánica no invasiva, una técnica para ayudarlo a respirar sin necesidad de intubación. Cabe destacar que el problema central que enfrenta el sumo pontífice es la acumulación de moco en los bronquios, lo que le provoca broncoespasmos y dificultad para respirar.
Francisco, de 88 años, está internado desde el 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana, que luego derivó en una neumonía bilateral. A lo largo de estas tres semanas, sufrió varias crisis respiratorias, lo que obligó a los médicos a reforzar los tratamientos y extremar los cuidados.
En sus 12 años como papa, nunca había pasado tanto tiempo internado. Su estado sigue generando preocupación en el Vaticano y en el mundo, aunque los últimos reportes llevan algo de alivio. La gran incógnita sigue siendo cuándo podrá retomar sus actividades y en qué condiciones lo hará.
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