El sistema universitario volvió a ponerse en alerta tras el veto presidencial a la ley de financiamiento educativo. Federaciones estudiantiles, gremios docentes y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) anunciaron la realización de una tercera Marcha Universitaria el próximo 17 de septiembre, bajo la consigna “Si hay veto, hay marcha”.
La movilización coincidirá con la sesión en el Congreso en la que se debatirá la anulación de la medida dispuesta por el Ejecutivo. Además, la protesta se complementará con un paro docente previsto para este viernes 12 en todas las universidades nacionales.
Marcha universitaria: la ley vetada y el reclamo por recursos
El proyecto, aprobado por el Senado el pasado 22 de agosto, establecía la actualización mensual por inflación de los gastos salariales y de funcionamiento de las universidades nacionales. También contemplaba una recomposición salarial retroactiva a diciembre de 2023 y la convocatoria obligatoria a paritarias.
La comunidad académica sostiene que la falta de actualización presupuestaria en casi dos años, en un contexto de alta inflación, derivó en una pérdida de casi la mitad del poder adquisitivo de los salarios y puso en jaque el funcionamiento de las instituciones.
En conferencia de prensa, el vicepresidente del CIN y rector de la Universidad Nacional de La Pampa, Oscar Alpa, fue contundente: “Está en riesgo el funcionamiento de la universidad pública tal como la conocemos si no tenemos ley de financiamiento y presupuesto 2026”.
Por su parte, el rector de la , Ricardo Gelpi, adelantó que la universidad comenzará a restringir gastos operativos y advirtió que la institución “funcionará en un estado crítico para poder terminar el año”.
En la misma línea, Franco Bartolacci, rector de la , subrayó que la educación “no es un gasto, sino una inversión”. Según explicó, la aplicación de la ley vetada representaba apenas el 0,14% del PBI, un esfuerzo fiscal que calificó de “absolutamente marginal”.
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