El Gobierno nacional negó que el nuevo plan estratégico de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) tenga fines persecutorios.
El Gobierno nacional negó que el nuevo plan estratégico de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) tenga fines persecutorios. Cabe destacar que el documento contempla la posibilidad de aplicar inteligencia interna sobre personas que, a criterio del organismo, busquen “erosionar la confianza” en funcionarios públicos o provocar una “pérdida de confianza” en las políticas económicas del presidente Javier Milei.
A través de un comunicado, la Oficina del Presidente aseguró que “este es el primer gobierno en décadas que decidió no usar la SIDE para perseguir a opositores, periodistas o adversarios políticos“. Además, destacó que Milei ordenó la reconstrucción del sistema de inteligencia nacional, “destruido por administraciones anteriores que abusaron de sus recursos para saldar internas políticas”.
El plan, calificado como secreto, fue elaborado bajo la conducción de Sergio Neiffert y la cúpula de la SIDE. Según el Ejecutivo, su acceso está limitado al Presidente, la Secretaría de Inteligencia y la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización del Congreso.

No obstante, el documento generó inquietud debido a la posibilidad de que se utilice para vigilar a periodistas, expertos o ciudadanos que cuestionen al oficialismo. La preocupación crece en un contexto marcado por declaraciones de funcionarios que acusan a sectores de la prensa de “manipular” a la opinión pública y promueven un discurso de enfrentamiento con medios no alineados.
El plan también habilita la investigación sobre quienes “distorsionen la percepción pública”, en especial mediante el uso de herramientas de inteligencia artificial, según consta en el texto filtrado y verificado por dos fuentes independientes. Además, el proyecto incluye objetivos tradicionales, como la prevención del terrorismo, el combate al crimen organizado y la defensa de los intereses nacionales en el Atlántico Sur y la Antártida.
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