Una vez más, el gobernador Claudio Poggi elige el victimismo y la ambigüedad en lugar de ofrecer respuestas claras a la ciudadanía. Mientras anuncia una supuesta “jerarquización” del Programa Alimentario Nutricional Escolar (PANE), las familias afectadas por casos de intoxicación siguen esperando explicaciones concretas. Las preguntas clave siguen sin respuesta: ¿quiénes son los proveedores suspendidos? ¿Qué falló en los controles bromatológicos? ¿Cuántos niños contrajeron salmonella, una bacteria que puede causar graves complicaciones de salud?
El discurso oficial intenta minimizar el problema con cifras impresionantes: millones de raciones distribuidas, miles de almuerzos servidos. Pero para los padres cuyos hijos sufrieron intoxicaciones, no se trata de números, sino de una falla grave del Estado. El gobierno promete auditorías y ajustes, pero el problema de fondo permanece: un programa que, en lugar de garantizar nutrición, ha puesto en riesgo la salud de los niños.
Poggi insiste en presentar el PANE como una solución heroica frente a la “crisis heredada”. Sin embargo, la pobreza no se combate con alimentos en mal estado ni con falta de transparencia. La opacidad en la selección de proveedores, los controles insuficientes y la demora en actuar ante las denuncias reflejan una gestión más enfocada en la propaganda que en el bienestar público.
Ahora, ante el escándalo, anuncia una reestructuración y la designación de una nueva coordinadora. Pero la pregunta obligada es: ¿por qué no se implementaron estos mecanismos desde el principio? ¿Por qué solo se actúa cuando el problema estalla? La credibilidad del gobierno se debilita cuando prioriza la imagen sobre las soluciones reales.
Los ciudadanos no necesitan más declaraciones, sino acciones concretas. Se debe investigar a fondo, sancionar a los responsables y garantizar que ningún niño vuelva a enfermarse por comer en la escuela. El PANE no puede ser un programa opaco ni un instrumento político: debe asegurar alimentación segura y de calidad. Mientras el gobierno evada estas demandas, su gestión seguirá bajo sospecha, y con justa razón.
DIARIO DE LA REPUBLICA SL