Tras 25 días de internación en el Hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral, el papa Francisco sigue mostrando signos de mejoría. Según el último parte médico difundido por el Vaticano este lunes, su estado de salud es estable y viene respondiendo bien a la terapia farmacológica. Si bien los médicos levantaron el pronóstico reservado y ya no lo consideran en peligro “inminente”, su cuadro sigue siendo complejo y continuará bajo tratamiento hospitalario.
El comunicado oficial indica que los análisis de sangre y la evolución clínica del Sumo Pontífice reflejan una “gradual y leve mejoría“. No obstante, su equipo médico mantiene la cautela, considerando la gravedad de la infección al momento de su ingreso. Por eso, Francisco, de 88 años, seguirá internado para completar su recuperación con terapia farmacológica y cuidados especializados.
Desde su habitación privada en la décima planta del Gemelli, el Papa continúa con sesiones de fisioterapia motora y respiratoria. Durante el día recibe oxígeno a través de cánulas nasales y, por la noche, requiere ventilación mecánica con máscara.
Atento a la actualidad
A pesar de su internación, Francisco no ha dejado de seguir los acontecimientos mundiales y eclesiásticos. Este lunes participó de manera virtual en los ejercicios espirituales de la Curia Romana por la Cuaresma y, más tarde, se conectó nuevamente para continuar con las actividades religiosas del día. Además, el Vaticano informó que está al tanto de las inundaciones en Bahía Blanca y ha expresado su solidaridad con los afectados.
El Santo Padre, aunque fuera de la escena pública desde su hospitalización, se hizo escuchar: el jueves pasado envió un mensaje de audio en español en el que agradeció a quienes rezan por su salud en la Plaza de San Pedro. También ha recibido visitas importantes, como la del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y el sustituto para los Asuntos Generales, Edgar Peña Parra.
Por ahora, la prioridad es su recuperación. Su entorno se mantiene prudente y evita apresurar cualquier decisión sobre su regreso a la actividad pública. Mientras tanto, el Papa sigue en reposo, con la mirada puesta en su salud y en los fieles que lo esperan.
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