La Justicia de Resistencia ordenó el levantamiento del secreto fiscal, bancario y financiero del pastor evangélico Jorge Ledesma, su familia, una fundación y una empresa vinculadas a la Iglesia Cristiana Internacional, la organización religiosa que lidera y que recientemente inauguró en Chaco el imponente templo “Portal del Cielo”.
La medida fue solicitada por el fiscal federal Patricio Sabadini, en el marco de una investigación iniciada de oficio tras un llamativo episodio mediático conocido como el “milagro de los 100 mil dólares”. La causa, que aún no tiene imputados, busca determinar si detrás de los millonarios ingresos de la congregación religiosa existen maniobras de lavado de activos y evasión fiscal.
Una de las primeras irregularidades detectadas está en el Registro Público de Comercio de Chaco, donde consta que la Iglesia dejó de presentar balances y estados contables en 2016. “Desde ese momento no hay registros oficiales de cuánto dinero reciben ni en qué lo gastan”, indicaron fuentes judiciales.
El foco de la pesquisa está puesto en el financiamiento del fastuoso templo “Portal del Cielo”, un auditorio cerrado con capacidad para 15 mil personas, promocionado como el más grande del país. Aunque no hay cifras oficiales sobre el costo de la construcción, estimaciones preliminares de la Justicia ubican su valor en no menos de 50 millones de dólares. Por eso, se conformará un equipo técnico de ingenieros y arquitectos que se encargará de tasar la obra.
El crecimiento patrimonial de la Iglesia y de sus referentes generó suspicacias, sobre todo por el uso de donaciones anónimas y supuestos milagros financieros. En los últimos meses, el pastor evangélico Jorge Ledesma y sus hijos impulsaron en Chaco una “escuela de finanzas sobrenaturales”, donde se enseñaba cómo “dejar de ser pobre” a través de bendiciones divinas. Uno de los oradores, un “apóstol” brasileño, llegó a presentar siete formas de recibir milagros, de las cuales cinco implicaban entregar dinero a la Iglesia.
Estas prácticas, según sospechan los investigadores, podrían haber sido utilizadas para blanquear dinero de origen ilícito bajo la apariencia de aportes voluntarios.
Pese a las denuncias y al escrutinio judicial, el discurso público de la Iglesia sigue centrado en el relato de los milagros. En una entrevista radial, , hijo del pastor evangélico, aseguró que el episodio de los 100 mil dólares “no fue ni el primero ni el último” y relató otras “bendiciones”, como multiplicación de dinero o anillos que se transforman en diamantes. Afirmó que gracias a esas manifestaciones divinas lograron financiar la obra del templo.
Con más de tres décadas de actividad, la Iglesia Cristiana Internacional afirma tener más de 50 mil fieles activos y presencia en más de 40 países. En , mantiene un fuerte anclaje territorial a través de merenderos, colectas y tareas comunitarias, además de contar con vínculos estrechos con el poder político local, lo que también será objeto de análisis en la investigación.
Por ahora, el expediente judicial avanza sin imputaciones, pero con medidas cada vez más profundas. El levantamiento del secreto fiscal y bancario es un paso clave para rastrear el flujo de fondos detrás del crecimiento patrimonial de una de las organizaciones religiosas más grandes y controvertidas del país.
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