El domingo 18 de mayo se realizarán las elecciones en la Ciudad para cargos legislativos y cada espacio político juega un partido distinto.
La campaña electoral en la Ciudad llegó a su fin y el domingo se realizarán los comicios para renovar la mitad de las bancas en la Legislatura. A pesar de haber sido una campaña con poco brillo y un relativo desinterés de la ciudadanía, la elección pone en juego ciertas relaciones de fuerzas en el mapa electoral tanto porteño, como a nivel nacional.
De acuerdo con las especulaciones, la mayoría estima que el primer lugar sería para Leandro Santoro (peronismo), mientras que segundo se ubicaría Manuel Adorni (LLA) y en un tercer lugar Silvia Lospennato (PRO).
De todas maneras, puede haber sorpresas, sobre todo porque se trata de una contienda que cuenta con una dispersión de fuerzas políticas que no se había visto en los últimos tiempos. Si se tienen en cuenta los comicios a jefe de Gobierno de 2023, el mismo contaba con 10 fuerzas políticas de las cuales solo 4 lograron pasar el piso proscriptivo de las PASO: Juntos por el Cambio (que obtuvo el 1er lugar), Unión por la Patria (2do lugar), La Libertad Avanza (3er lugar) y el Frente de Izquierda (4to lugar). Algo muy parecido había ocurrido en las legislativas de 2021.

Sin embargo, este año la lista de agrupamientos llega a 16. Esto se debe en gran medida a la eclosión que sufrió Juntos por el Cambio, la alianza electoral que tenía bajo conducción al PRO y articulaba también a Evolución (el espacio de la UCR impulsado por Martín Lousteau) y la Coalición Cívica de Lilita Carrió, quienes llevan las candidaturas de Lucille Levy y Paula Oliveto, respectivamente. Sumado a eso, el propio PRO sufrió el desprendimiento de Horacio Rodríguez Larreta, quien se presenta ahora bajo su propia marca, Volvamos Buenos Aires.
Del lado del peronismo también hubo desprendimiento, aunque no tan desgarrador como los de la excoalición oficialista. El viejo espacio de Unión por la Patria, rebautizado Es Ahora Buenos Aires con el objetivo de desperonizar y, sobre todo, deskirchnerizar el armado, no pudo evitar el desprendimiento de Juan Manuel Abal Medina, que se presenta por la lista Justa, Libre y Soberana, cuyo principal promotor es el Movimiento Evita.
Al mismo tiempo, está Alejandro Kim, el candidato del partido de Guillermo Moreno, Principios y Valores, sumando así una tercer variante entre las opciones peronistas.
Del lado de La Libertad Avanza también hubo rupturas. Ramiro Marra, uno de los fundadores de LLA fue expulsado del partido de la mano de Karina Milei, quien nunca tuvo simpatía de la mano de su figura y lo fue corriendo de lugar en la Legislatura de la mano de Pilar Ramírez hasta su desafiliación. Ante ello, Marra decidió presentarse como candidato de Libertad y Orden, el espacio impulsado por la Unión de Centro Democrático (UCeDé), el viejo partido liberal que se fundó con la restauración democrática en 1983.
Al mismo tiempo, el exjefe de bloque de la Cámara Baja del Congreso por La Libertad Avanza, Oscar Zago, quien ahora cuenta con su propio bloque en Diputados, también decidió impulsar la presentación de su propio espacio, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y poner como principal candidato al exentrenador de fútbol Ricardo Caruso Lombardi, quien hace su debut en política.
En este escenario electoral tan disperso, ls distintas fuerzas tienen cada una objetivos distintos para esta elección y
Las expectativas del PRO
El PRO llega a las elecciones en la Ciudad remando de atrás, no sólo porque a su candidata, Silvia Lospennato, le costó encontrar su lugar en la campaña y sumó un fuerte traspié con la votación de Ficha Limpia, proyecto impulsado mayormente por ella; sino también debido a que se especula que obtendría un tercer lugar, algo que ya el propio Mauricio Macri dejó en evidencia cuando acompañó a su candidata a la televisión y sin un gramo de disimulo largó con frustración “tiene más de ganar Santoro que nosotros”.
Sin embargo, más que preocuparse por Santoro, la inquietud del PRO está en Adorni. La Libertad Avanza y el PRO convirtieron las elecciones en la Ciudad en la parada principal para definir la relación de fuerzas con la cual negociarán una alianza electoral para los comicios nacionales.
En caso de que Adorni consiga sacarle una tajante diferencia a Lospennato, los libertarios podrían diseñar el armado nacional a su antojo con la inclusión subordinada del PRO. De conseguir un margen ajustado, el partido de Mauricio Macri tendrá mayores posibilidades de poner sus exigencias sobre la mesa.
La situación de LLA
En paralelo a la negociación con el PRO, los libertarios pusieron a Adorni (a pesar de que él no quería) como apuesta de Karina Milei para disputar la Ciudad. El candidato además recibió muchísimo apoyo del presidente, quien estuvo junto a él en su cierre de campaña. Ello también quedó en claro con el slogan que eligieron para su candidatura: “Adorni es Milei”.

Por eso, de no cumplirse lo que vaticinan las encuestas y quedar Adorni relegado a un tercer lugar, el golpe también lo recibiría el propio gobierno nacional. Al mismo tiempo la capacidad del gobierno de transferir la popularidad de Milei a sus candidatos locales se vería fuertemente puesta en duda.
Otra que podría quedar debilitada en caso de que LLA no haga una buena elección es Karina Milei. Por su culpa, Ramiro Marra presentó su propia candidatura y voces adentro del armado libertario especulan con los votos que se lleva consigo son la razón por la cual Santoro aparece arriba en intención de voto.
La parca esperanza del peronismo
Con un antiperonismo tan fragmentado, desde el justicialismo porteño se ven esperanzados con la posibilidad de ganar las elecciones en un distrito que históricamente les resultó esquivo. La última vez que el peronismo ganó los comicios legislativos fue en 1993 cuando el menemismo obtuvo el primer, tanto lugar en la lista de diputados nacionales que encabezaba Ermán Gonzáles como la de concejales, encabezada por Juliana Marino.
Con una campaña vecinalista, lejos del foco nacional y buscando ocultar la raíz peronista del espacio con el fin de evitar la polarización, la estrategia de Es Ahora Buenos Aires se centró únicamente en la figura de Leandro Santoro, con la expectativa de superar el techo electoral del peronismo en la ciudad y catapultar a Santoro como próximo jefe de Gobierno.
El techo del peronismo es de 25 puntos, si te toman las elecciones legislativas de 2021 y de 32, si se cuentan los comicios para la jefatura de Gobierno, donde el peronismo obtuvo ese guarismo en 2019.
A pesar de que la fragmentación del antiperonismo le allanó el camino a Santoro, lo cierto es que es difícil decir creer que un buen resultado en las legislativas lo catapulte a la jefatura de Gobierno en 2027. Para ello, debería obtener más del 50% en un eventual balotage, un resultado difícil sabiendo que tiene al antiperonismo del otro lado.
¿Y el resto?
El resto del ecosistema de Juntos por el Cambio (Larreta, Coalición Cívica y Evolución) lucha por sobrevivir. Ante la falta de un opositor fuerte como lo era Cristina Kirchner y las vicisitudes que generaba Javier Milei, el espacio se rompió y ahora los distintos partidos luchan por superar a la izquierda nucleada en el FIT, cuya meta para estas elecciones es superar el 5% de los votos.
Los demás espacios son marginales y de no haber suspendido las PASO, probablemente no superarían el piso proscriptivo. Como mucho, buscan arañar algún legislador, algo difícil, dado que para ello se necesita alcanzar un piso de 3%.
Todas las listas que competirán de las elecciones en la Ciudad
- Buenos Aires Primero (PRO)
- Es Ahora Buenos Aires (antes Unión por la Patria)
- La Libertad Avanza
- Volvamos Buenos Aires
- Evolución
- Coalición Cívica
- Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad (FITU)
- Libertad y Orden (UCeDé)
- Principios y Valores
- Justa, Libre y Soberana
- Unión Porteña Libertaria
- Movimiento de Integración y Desarrollo (MID)
- Nuevo MAS
- Remedios para CABA
- Frente Patriota Federal
- Confluencia por la Unidad y la Soberanía
- El Movimiento – Nueva Generación
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