La crisis sanitaria desatada por el fentanilo contaminado, que ya dejó 96 muertes en todo el país, abrió una puerta aún más preocupante: la Justicia investiga ahora si los laboratorios HLB Pharma y Ramallo, ambos vinculados a la familia Furfaro, cometieron irregularidades en la producción de otros medicamentos que siguen circulando en hospitales y centros de salud.
Ernesto Kreplak, juez a cargo de la causa, ahora revisa más de 100 expedientes de la ANMAT con reportes sobre desvíos en procesos productivos de otros fármacos de ambos laboratorios e investiga posible contaminación. La preocupación crece porque las drogas que se analizan son de uso común, como el diclofenac y la adrenalina.
Entre 2018 y 2019, se notificaron 29 casos de efectos adversos relacionados con ese medicamento en las provincias de Río Negro, Buenos Aires y Entre Ríos. El Departamento de Farmacología del INAME detectó un patrón preocupante: todas las ampollas analizadas contenían , un excipiente no registrado en las fórmulas de otros 14 laboratorios similares y que podría haber causado las reacciones observadas.
A pesar de las alertas de profesionales de hospitales como el Sanatorio Güemes y el de Chilecito, la ANMAT tardó en ordenar el retiro del producto. Recién el 12 de febrero de este año se recomendó retirar los lotes del mercado, y el expediente fue derivado a la Dirección de Fiscalización y Gestión de Riesgo.
Cómo sigue la causa respecto del fentanilo contaminado
El foco principal de la causa sigue siendo la producción de fentanilo contaminado, cuyas consecuencias ya impactaron en Formosa, Córdoba, Santa Fe y Bahía Blanca, con nuevas muertes confirmadas en las últimas semanas, . La investigación se disparó tras un operativo del Ministerio de Seguridad que detectó cinco kilos de fentanilo en stock: cuatro kilos y medio en HLB Pharma, medio kilo en Ramallo, y otros cuatro kilos ya utilizados en la elaboración de ampollas.
La Justicia no descarta que parte de esa producción haya sido desviada al mercado negro, una hipótesis que sacude a la industria farmacéutica y genera inquietud en el sistema de salud pública. Los propietarios de los laboratorios apuntan a un supuesto sabotaje, e involucran al exdiputado provincial Andrés Quinteros, a quien acusan de intentar robar ampollas para su comercialización ilegal. Sin embargo, hasta ahora no hay procesados, aunque sí 24 personas imputadas y numerosos elementos secuestrados en allanamientos realizados en Buenos Aires, La Plata y Mar del Plata.
Este martes, el juez ordenó una pericia técnica clave en la Facultad de Ciencias Exactas de La Plata, donde un equipo de especialistas analizará una ampolla de fentanilo no contaminado para intentar reconstruir su composición original y determinar si hubo adulteraciones posteriores en la cadena de producción o distribución.
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