Luciana Trobo aprovechó el viaje a la Feria del Libro para recorrer algunos puntos turísticos y exposiciones en Buenos Aires y generar contenido para su perfil de Instagram.
El modestísimo acto de San Luis en la Feria Internacional del Libro pasó desapercibido en medio de la multiplicidad de actividades que ofrece un encuentro cultural inigualable. Un puñado de escritores puntanos -que viajaron invitados por el Gobierno de la provincia- asistieron a la humilde exposición que tuvo como actividad central la presentación de “Historias de los pueblos”, un libro con los ganadores de un concurso organizado por San Luis Libro.
Estuvieron en el acto muchos de los funcionarios del Ministerio de Turismo y las Culturas, encabezados por Juan Álvarez Pinto, aparentemente con todos los papeles en regla. Entre los dirigentes resaltó por lo estupendo de su vestido y por lo impactante de su presencia la subdirectora de Marketing y Promoción Turístico Cultural, Luciana Trobo.
La joven funcionaria con ambiciones de influencer está desde el primer día de la feria, el 24 de abril, en Buenos Aires, en un hotel de primera línea y con pasajes pagados por el Estado provincial. En una historia que subió sobre la apertura del encuentro literario, Trobo se mostró con un jugado outfit de chaleco diminuto y pantalón pinzado y arrobó a una conocida casa de ropas de San Luis. Aparentemente, consiguió un canje.
Para el acto del jueves eligió una vestimenta más sobria que tapó un poco más su contextura física: un sacón gris y un pantalón ancho, al tono.
Luciana y otros encumbrados miembros del gabinete se alojan en el mismo hotel que Ignacio Morris, director de Promoción Turística Cultural de la provincia, y dueño de la billetera para los eventos organizados por el Gobierno. En hospedajes distintos, más modestos, están los otros trabajadores enviados para atender en el stand puntano.
Todos los gastos que se producen en la Feria del Libro son costeados por el Centro Federal de Inversiones, que recibe a su vez por parte del Gobierno Provincial estrafalarias suma de dinero en un círculo que parece vicioso y que siempre deja en pérdida al estado sanluiseño. La mecánica es, el Gobierno entrega fondos al CFI y ese organismo paga lo que el Gobierno gasta en eventos como el literario.
Al personal puntano que trabaja hace 15 días en Buenos Aires le cayó con dureza las últimas publicaciones de Luciana en sus redes sociales. Dicen que mientras ellos pasan horas en el apartado puntano y terminan sus jornadas -que empiezan a las 9 y terminan a las 20- muy cansados, la jovial subdirectora pasea por Buenos Aires en busca de contenido para su Instagram, donde tiene 3.200 seguidores..
En efecto, “Luli” subió dos historias en los últimos días en donde se muestra, con su habitual desparpajo, visitando “Blow up”, una experiencia multisensorial que está en el predio de La Rural, a pocos metros de donde se desarrolla la Feria del Libro. Para el otro posteo tuvo que hacer un viaje más largo, hasta el barrio de La Boca.
Allí la funcionaria accedió a la Bombonera y regaló un glosario de sus conocimientos turísticos -al fin es Técnica en Gestión Turística- al decir que Caminito es un lugar pintoresco y que el barrio tiene una “marcada identidad futbolera”. Sin pasar por las aulas de la tecnicatura turística, hubiera sido imposible detectarlo.
Luciana es hija de Santiago Trobo, hombre fuerte del Turismo en la Municipalidad de Merlo -tanto que tampoco pierde oportunidad de viajar cada vez que el Estado le proporciona pasajes y estadía, como esta vez- y quien vaticinó en la segunda mitad del año pasado los flacos números que tendría la temporada de verano en su localidad. Pese a la anticipatoria opinión, hizo poco para mejorarlos.
La primera exposición fuerte que tuvo “Luli” durante su gestión en la administración pública fue en el glamoroso desfile que en febrero de este año se hizo en el Cine Teatro San Luis y del que participaron Soledad Solaro, Fabián Cubero, Mica Viciconte, Alejandra Maglietti y Hernán Drago, entre otras estrellas de la moda nacional.
También apuntalado con fondos estatales, el desfile fue un verdadero derroche de dinero en el que Luciana aprovechó para salirse un rato de su rol de funcionaria y despuntar el vicio de modelo.
DIARIO DE LA REPUBLICA