in ,

La industria del juguete enfrenta su peor temporada en dos décadas: caída de la producción y contrabando

La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) relevó que, dos semanas antes de Navidad, el sector enfrenta una grave situación.

La industria del juguete volvió a mostrar números rojos en su última investigación. Fabricantes, importadores y jugueterías alertan sobre el momento, que es el más complicado de las últimas dos décadas.

La información sobre la crisis en la industria del juguete proviene del informe realizado por la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ). El combo es pesado: sobreoferta, consumo en baja, contrabando, costos internos que corren por detrás y una estructura demográfica que achica el mercado año tras año.

Según el documento de la cámara empresarial, las importaciones desfavorecieron la industria nacional; pero un cambio en el tipo de consumo también influyó en la merma. Entre enero y octubre, las importaciones pegaron un salto histórico: US$91,3 millones FOB y 17,5 millones de kilos, lo que implica un alza del 59,5% en valores y del 94% en volumen respecto del año pasado.

El principal país desde el que se importaron juguetes es China, con el 85,7% del valor y el 94,4% de las cantidades ingresadas. El dato que más ruido hace en el sector es que, en un solo año, la cantidad de empresas importadoras pasó de 199 a 530.

Esto tiene un impacto inmediato en la producción nacional y genera un mercado saturado de productos ultrabaratos (el 52% cuesta menos de US$3 FOB el kilo) y un nivel de oferta que no encuentra demanda para absorberlo.

“En un año pasamos de 9 a 17,5 millones de kilos importados, con el consumo en caída. Es una avalancha sin precedentes”, advirtió Matias Furió, presidente de la CAIJ.

Sobreoferta y consumo de juguetes en caída

El mercado local todavía arrastra excedentes de 2023, tanto nacionales como importados al dólar oficial barato. Ese stock acumulado, sumado al ingreso masivo de nuevos operadores, empuja los precios hacia abajo.

Las fábricas trabajan a media máquina y la CAIJ ya habla de un nivel crítico: Seis de cada diez máquinas están paradas”, dijo Furió. Incluso con la baja arancelaria del 15% implementada este año, los precios finales de los juguetes importados no bajaron.

Mientras tanto, las jugueterías tradicionales viven una tormenta perfecta: tarifas altas, ventas planchadas y una competencia creciente del canal online. El informe da cuenta de cierres de locales emblemáticos, como Rossier en Escobar, Halago’s en Quilmes o Lilián en Trelew, donde la dueña resumió la situación con crudeza: “Pasan tres días y no abrimos la caja”.

Otro factor que golpea fuerte es el contrabando de juguetes, que explica cerca del 30% del mercado según estimaciones sectoriales. La CAIJ detectó casos de comercios que viajan a zonas de frontera para abastecerse sin ningún tipo de control ni certificación de seguridad.

En un contexto donde la actividad económica todavía no muestra señales firmes de recuperación, el sector pide políticas que permitan recomponer previsibilidad y evitar que la saturación del mercado termine arrastrando a productores, comercios y empleos en toda la cadena.

DIARIO CON VOS

 

Una falla informática por radiación solar pone en jaque a 6.000 Airbus A320

Los gritos y los forcejeos en el Congreso terminaron con una senadora kirchnerista sin despacho y una denuncia abierta