El abogado Israel Campero, postulante al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), pidió al Tribunal Supremo Electoral (TSE) hacer valer su condición de Órgano del Estado y seguir con las actividades de las elecciones judiciales pese a la decisión de dos salas constitucionales que, por separado, declararon desierta la convocatoria a los tribunales Constitucional y Supremo de Justicia.
“Estamos azorados y sorprendidos, pero confiamos en que el TSE, en este momento, va a hacer valer su papel de órgano (independiente) respecto a la decisión que se ha emitido en Pando (y Beni)”, dijo el jurista en una conferencia de prensa en La Paz.
Elecciones judiciales
Asimismo, reivindicó el principio de preclusión en las actividades del calendario electoral que fijó el TSE para las elecciones judiciales. “Es sagrado el principio de preclusión. No existe forma, en el sistema electoral, de debatir hecho que ya han precluido, es una máxima que nueva mente el tribunal de Garantías ha desconocido”, defendió el expresidente de la Sala Constitucional Primera de La Paz.
Asimismo, anunció que un grupo de postulantes evalúa acciones para garantizar la realización de las elecciones judiciales; la votación fue fijada por el TSE Para el 1 de diciembre. El proceso, en cumplimiento del calendario de ese proceso, se encuentra en la difusión de méritos de los postulantes.
“No podemos dejar pasar una arbitrariedad de estas características”, enfatizó Campero.
TSE
Entretanto, pasado el mediodía se conoció que un tribunal de El Alto concedió una tutela para que el TSE continúe con las actividades hacia las judiciales.
La decisión judicial responde a la acción popular presentada por el ejecutivo de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia (CSCIOB), Esteban Alavi.
Por su parte, los vocales del TSE, en Sala Plena, buscan una salida judicial que permita continuar con sus tareas. No se descarta una solicitud de medidas cautelares al Tribunal Constitucional, como dijo a La Razón el vocal Tahuichi Tahuichi.
DIARIO LA RAZON