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Sigue el escándalo por las transferencias “confusas”: hubo otro caso por $110 millones

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Esta vez, le pasaron el abultado dinero a una cuenta “equivocada” pero el hecho no llegó a la Justicia porque se devolvió la totalidad del monto. ¿Qué pasa en el Gobierno con este tipo de errores inaceptables?

Popularmente, dicen que de “los errores se aprende”. En ese sentido, en el Gobierno provincial “dan cátedra”. En cada paso, hay una desprolijidad. Y no se trata de equivocaciones menores; generan “deslices” muy alarmantes, producto de la falta de planificación, ideas y profesionalismo. Otros, se aventuran al menos a levantar sospechas: ¿Hay impericia o maniobras que van por “algo más”? Esta vez, se registró otro depósito “confuso” por un monto de $110 millones a una cuenta “errada”. Así, sigue el escándalo de las trasnferencias abultadas que supuestamente se le “escaparon” a algún “distraído”.

El caso se suma a los cerca de $520 millones que le enviaron a una mujer, cuyas circunstancias llegaron a la Justicia. En lo que respecta a este último envío -menor pero millonario- no tuvo trascendencia porque la persona en cuestión hizo la devolución completa del dinero. Pero ¿Qué pasa detrás de estos envíos y de las operaciones “elásticas” de la gestión?

Dudas detrás del velo

¿Cómo puede alguien equivocarse al transferir montos millonarios? ¿Se trata de una “caída” de buena fe? ¿Es una acción de la “pillería”? Algunos sectores se aventuran a trazar la conjetura de los plazos fijos. Entienden que el dinero para las cuotas alimentarias de los agentes de la administración pública estaba completo y disponible pero como aún faltaban algunos días para su depósito a las cuentas correspondientes, “quisieron hacer trabajar la plata” para que genere intereses. Cualquiera que entienda de estos movimientos, sabe que cada día puede generar cifras nada despreciables. ¿Para qué? Vaya uno a saber el destino. ¿Por qué se depositó el dinero en estas cuentas? Una pregunta que aún no tiene explicación.

Pero por un instante, si se piensa en la posible “buena voluntad”, en la chance de que estas “figuritas repetidas” de las transferencias erradas simplemente se traten de casos “involuntarios”, es al menos muy grave y para analizar posibles medidas correctivas. Cualquier persona cuando transfiere dinero a otras cuentas se fija y revisa una y otra vez los datos correspondientes. ¿Se pueden dar errores? Sí, casos hay muchos en la vida civil. Pero de ahí en más a reiterar estas desprolijidades inaceptables, con sumas absolutamente abultadas (y con la resposabilidad que implica administrar estos recursos) hay un largo trecho. Por torpeza, por ineptitud, por inexperiencia o por conveniencia, la realidad es que se sumó un nuevo caso de un depósito equivocado. Las casualidades no existen, dicen algunos estudiosos del cosmos.

Una denuncia, varias sospechas

En lo que refiere a la situación que trascendió en los medios, donde se transfirió cerca de  $520 millones a una cuenta por una supuesta maniobra fallida, la Fiscalía de Estado efectuó una denuncia penal contra una mujer de Villa Mercedes, a quien le enviaron la plata, que comprendía una partida completa de dinero retenido por cuotas alimentarias.

La acusan por la comisión del delito contra la propiedad calificado como estafa por “apropiación de la cosa ajena”; tras el error, en principio, la mujer gastó una parte importante de los fondos. Según informaron oficialmente, se recuperó casi todo el dinero.

Lo cierto es que las explicaciones del Gobierno más que aclarar dudas, obstaculizan el panorama. Como dice el dicho “no aclares, que oscurece”. Independientemente de la judicialización del caso y de la garantía del pago de las cuotas, queda una pregunta ¿A qué obedecen los groseros errores en las transferencias?

DIARIO DE LA REPUBLICA SL

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