En medio de un escándalo en el Senado, el kirchnerismo logró el dictamen de mayoría para avanzar con un aumento del 7,2% en las jubilaciones.
En una sesión marcada por los gritos, las interrupciones y los cruces entre bloques, el kirchnerismo logró en el Senado los dictámenes de mayoría para avanzar con dos proyectos clave: un aumento del 7,2% en todas las jubilaciones y pensiones, un bono mínimo de $110 mil, y la prórroga de la moratoria previsional que venció en marzo.
La jugada política se concretó en la Comisión de Trabajo y Previsión Social, presidida por la senadora Carmen Álvarez Rivero (PRO), quien intentó evitar el tratamiento de los temas al no incluirlos inicialmente en el temario. Sin embargo, la presión del bloque de Unión por la Patria, encabezada por Mariano Recalde, terminó imponiéndose. La situación escaló al punto que Álvarez Rivero abandonó brevemente la sala, y al retomar su lugar, no logró frenar la votación.
A pesar de los intentos de La Libertad Avanza de dilatar el debate, varios senadores opositores y del radicalismo, como Martín Lousteau y Pablo Blanco, así como Guadalupe Tagliaferri (PRO), apoyaron la moción para habilitar el dictamen. Desde UxP argumentaron que la situación de los jubilados “no admite más dilaciones”, y exigieron que también se convoque a la Comisión de Presupuesto.
El pampeano Daniel Bensusán advirtió incluso que, si la presidenta de la comisión no cumplía su función, debía ser reemplazada por el vicepresidente. Finalmente, Álvarez Rivero accedió a someter las mociones a votación, y el oficialismo terminó con una derrota parlamentaria.
Ahora, los proyectos deberán ser tratados en la Comisión de Presupuesto, presidida por el libertario Ezequiel Atauche, quien aún no confirmó una eventual convocatoria. Si avanzan allí, podrán ser debatidos en el recinto del Senado.
El presidente Javier Milei ya anticipó que vetará ambas iniciativas si son aprobadas por el Congreso, tal como ocurrió con la fórmula de movilidad jubilatoria en 2024.
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